Junto a mi pareja, Juan Hernández, quien se encarga del mantenimiento y limpieza de piscinas, y mi hijo Alejandro Arriaza, encargado de la organización y gestión de nuevas oportunidades, formamos un equipo comprometido con la excelencia. Nos aseguramos de que cada propiedad esté en óptimas condiciones para que disfrute al máximo de su estancia. Valoramos la importancia de un entorno limpio y cuidado, porque su comodidad es nuestra prioridad.